Mujeres desnudas: según la ciencia aumentan la inteligencia masculina

Mujeres desnudas. Piensen lo que quieran pero es verídico: existen estudios científicos sobre mujeres desnudas. Es lo que faltaba para el duro, que un estudio científico demuestre que ver mujeres desnudas aumenta la inteligencia masculina, noticias curiosas al margen.

Si así como lo leen. Pero pensándolo bien y con un rigor extremo en la visualización de las conductas masculinas no parece, y no se nos enfaden, muy científico el estudio en si.

De todas formas veamos la noticia  y ya nos cuentan ustedes si eso de ver cuerpos desnudos nos hace más inteligentes.

 

Mujeres desnudas: estudio científico

Al parece la Universidad que dedica su tiempo libre a estos estudios científicos es la reputada Universidad de Tampere situada en Finlandia – claro, tanto frío ahora se entiende- y ahora , ojo al dato, lean lo más granado de este estudio científico. Si ese que dice por si no se han enterado, que ver mujeres desnudas aumenta la inteligencia masculina.

Al parece Jari K. Hietanen director del estudio, determinó que el cerebro aumenta su capacidad del procesamiento de señales sexualmente excitantes. Que se convierten en auxiliares al momento de elegir a parejas potenciales para el apareamiento. El procesamiento de las señales sexuales ayuda a la activación del comportamiento sexual y asegura el apareamiento y la reproducción. —Wowwwww-

Mujeres desnudas

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Como sea eso verdad que ver mujeres desnudas aumenta la inteligencia masculina. Vamos a tener que abrir algún portal en internet donde se aprecien dichas vistas para el disfrute masculino. Lo que no refleja el estudio y suponemos que no será sexista es que si ver mujeres desnudas aumenta la inteligencia masculina. Las féminas aumentarán la suya si practican dicha práctica visual. Esperamos una confirmación como agua de mayo. Es decir o las mujeres aumentan su inteligencia mirando hombres desnudos o ellas ya vienen inteligentes de fábrica.

Conoce más sobre el desnudo en las mujeres

El desnudo parcial o semidesnudo es aquel que muestra partes del cuerpo que en determinada cultura suelen cotidianamente aparecer vestidas. Téngase en cuenta que, solo para dar un ejemplo, en la cuenca del mar Mediterráneo, ya fuera en el antiguo Egipto o entre los pueblos semíticos solía considerarse ya como una desnudez el hecho que las mujeres mostraran en público su cabellera. La ocultación de la cabellera femenina también existió aunque más moderada en la antigua Grecia y la antigua Roma.

En la Roma clásica se distinguía a la mujer que no era lupa (‘loba’, en latín: ‘prostituta’) porque llevaba en público sus cabellos o bien cubiertos o recogidos en un rodete. En el Antiguo Egipto se consideró un acto de desnudez femenino el hecho de que la mujer exhibiera su cabellera natural. Pero como era común que los egipcios y las egipcias se decalvaran por cuestiones de higiene extrema (por ejemplo evitar piojos). El uso de pelucas por parte de las mujeres era altamente erótico. Y las mujeres semidesnudas con peluca excitaban como si estuvieran desnudas.

Mujeres desnudas: según la ciencia aumentan la inteligencia masculina

La semidesnudez erótica entre los antiguos egipcios ha sido común en pinturas y estatuaria en la que aparecen representadas bellas mujeres vestidas con tules u otras ropas sutiles de hilado con lino. Cuyas trasparencias permitían observar gran parte del cuerpo femenino.

Para el egipcio común como para otros pueblos. La mujer saliendo vestida de las aguas, aunque con sus ropas mojadas ciñéndole el cuerpo y mostrando la mayor parte de sus curvas. Ha sido una semidesnudez (semidesnudez que se reiteró más de tres mil años después. Entre cierta élite francesa en tiempos previos al Imperio bonapartista. La moda estilo imperio precedió al mismo Napoleón I entre las mujeres. Las cuales para evidenciar su belleza corporal llegaron a humedecer sus ropas en el bastante poco apacible clima parisino. Lo cual dio lugar a un síndrome de resfríos, gripes, neumonías etc. Que fue llamado «enfermedad de las muselinas» (o, recordando a la promiscua emperatriz romana, «enfermedad de las Mesalinas»).

De todas formas, seguiremos informando.
Que así sea.