El peligro del teléfono móvil

Autor:

Veces visto:

4 5
Shares
  • Facebook
  • Twitter
  • Google+
  • Buffer
  • LinkedIn
  • Like
    0
  • VKontakte
  • reddit

El peligro del teléfono móvil

El peligro del teléfono móvil ¿Quién puede sobrevivir sin teléfono móvil? Este diminuto artilugio se ha convertido para la mayoría de la población en una especie de prótesis entre la mano y la oreja. Comenzó como un signo evidente de snobismo. Pero se ha convertido en una herramienta de comunicación imprescindible para el trabajo y para la vida privada

Pero el abuso del móvil ha suscitado una encendida polémica acerca de sus posibles efectos nocivos. Se han alzado voces que alertan sobre los peligros del teléfono móvil. Después de reconocer su utilidad infinita, se ha afirmado que el uso prolongado del móvil produce algunos males. Dolor de cabeza, insomnio, cansancio, mareos, nerviosismo e, incluso, alzheimer y cáncer. Pero ¿Qué hay de cierto en estas afirmaciones?

Ondas nocivas de la telefonía móvil

El teléfono móvil, igual que la mayoría de electrodomésticos, emite ondas electromagnéticas que alteran al ser humano. No es nada nuevo. Hace años que se ha determinado que no es saludable tener el televisor. El ordenador o el equipo de música demasiado cerca. O en la cabecera de la cama. Las ondas que producen continuamente estos aparatos, tanto cuando están encendidos como cuando no están en funcionamiento, pueden alterar el organismo.

El peligro del teléfono móvil

 

Pero, ¿Realmente la cantidad de ondas electromagnéticas que desprenden estos cotidianos aparatos es suficiente como para causar problema de  salud?

El peligro del teléfono móvil

La perversidad de los campos magnéticos en los que interfieren las personas depende de la potencia de las ondas, de la frecuencia de absorción y de la proximidad de la fuente emisora

La potencia de los móviles no alcanza los niveles de peligrosidad extrema. Las interferencias de los teléfonos celulares no se aproxima ni lo más mínimo a las que producen los rayos X o Gamma. Sin embargo, la alarma se ha generado, sobre todo, por la proximidad de la fuente generadora de las ondas. El teléfono actúa directamente sobre la cabeza y, por lo tanto, las sospechas sobre la posible acción cancerígena se han multiplicado.

No hay datos que confirmen los riesgos. Aunque nadie se atreve a desmentirlos rotundamente. Los estudios son muy recientes. Las cifras no pueden considerarse determinantes. En principio, la mayoría de investigaciones que han actuado en este ámbito han concluido de la misma manera: hay que descartar el alarmismo y proponer el uso racional del teléfono móvil.

  • Tweet
Compártelo en tus Redes Sociales
  •  
  •  
  •  
  •  
  •  
  •  
  •  
  •  
Comparte esta noticia en
  • Google

Deja tu comentario

Si continuas utilizando este sitio, aceptas el uso de las cookies. Más información

Las opciones de cookie en este sitio web están configuradas para "permitir cookies" para ofrecerte una mejor experiéncia de navegación. Si sigues utilizando este sitio web sin cambiar tus opciones o haces clic en "Aceptar" estarás consintiendo las cookies de este sitio.

Cerrar